¡Hola! Si quieres participar en el concurso

“Nuestro Obscuro Secreto”:

Debes dar clic aquí

sábado, 23 de abril de 2011

Historias y Poemas


No me olvides

Recuerdas aquel cuarto de hospital, aquel aire tan familiar. Aquella ventana por la que solíamos tejer sueños. Sueños de libertad... sueños de felicidad. Hoy hechos realidad.
Recuerdas aquella tarde en que me dijiste  “no me olvides”. Porque no creías y tus esperanzas se habían desvanecido, o tal vez eso pensé yo. Tal vez me equivoque.
Tu rostro reflejaba cansancio y mucho dolor, el mío era la sombra misma de la tristeza. Mi alma agonizaba... y en cada latido de mi corazón el tiempo te alejaba, te distanciaba cada ves más. Llevándose como recompensa tu vida... tus sueños... tu alma.

 —No me olvides—dijiste, y mi tiempo se detuvo.

Horrorizada te observe.

—No—afirmaste—no significa que me este dando por vencido. Solo quiero que lo sepas. Pero nadie puede evitarlo ni tu ni yo. Esto solo es una ruleta. Nuestra vida lo es. Los problemas van y vienen—te detuviste. Me observaste. —Así como las personas.

 “Yo no quiero... no quiero perderte.” —pensé. Mi cuerpo se sacudió. Temblaba. Temblaba de miedo.
Mi mente colapsaba, y cada respiración me infiltraba un dolor que jamás pensé que podía existir.

 —Cálmate—dijiste dulcemente. Tomaste mi mano y la apretaste con suavidad.—Yo no estoy diciendo que me iré—continuaste—me aterra alejarme de ti....pero no siempre es todo como lo soñamos o pensamos. Solo quiero que sepas que no estoy dispuesto a perderte pero no aceptaré que vivas esta vida miserable junto a mí.
Tu mirada se encontró con la mía por unos segundos antes de clavarse en el techo.

 —No quiero que abandones todo por mí... deseo que seas feliz.

Yo callaba, mi vista era baja. Temía volver a perder el control y ver reflejado en tus ojos el monstruo que soy.

—Por eso no hace falta que estés aquí... —sonreíste, y mi alma revoloteó al ver aquella sonrisa sincera que solo demostraba amor y comprensión.

—Pero que dices... —mi voz se quebró y mis lagrimas comenzaron a salir precipitadamente.

Acariciaste lentamente mi cabeza.

—No llores amor mió... que la tristeza no te rodee. No la hagas tuya...déjame a mí ese dolor. Tu no mereces sufrir. No importa lo que pase… no importa cuantas cosas cambien... No importa ni siquiera si muero—sacudiste tu cabeza suavemente—No permitas que eso te detenga, no cambies por nada y no dejes de ser luz... Luz de esperanza y de amor... solo te pido eso y...

—¿Y que? —pregunté sin voz.

—Te confieso algo. En estos momentos mi mayor temor no es la muerte ni lo que me pueda pasar después, en realidad mi mayor temor es... que realmente te olvides de mí. Que en un futuro cerca no sea ni siquiera un recuerdo... el recuerdo de alguien que un día se cruzó por tu vida para causarte problemas y preocupaciones. Seré feliz incluso si me odias. Porque en tu odio me recordaras y podre existir de alguna forma u otra... No me olvides, por favor, es mi único deseo. No quisiera ser un alma vaciá, porque eso seria si no pudiera encontrar lugar en ti.

 Recuerdo que calle. Hubiera querido decirte tantas cosas, pero mi alterado corazón no me lo permitió. El silencio nos invadió convirtiéndose en la más cálida melodía, y tú lo completaste con un eterno:
 “Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...