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domingo, 24 de julio de 2011

Un aviso importante!

¡Hola! ¿como están? Espero muy bien, bueno hago esta entrada para avisarles que mi blog se traslada a la siguiente dirección:
Bueno, allí encontraran las entradas actuales.
Espero estén todos bien, y perdón por las molestias.
Adiós.

viernes, 15 de julio de 2011

Pisadas de un errante caminar: Capitulo 4/ parte 3

Pisadas de un errante caminar
Capitulo 4/parte 3
El sol se desplazaba lentamente sobre la suave superficie de un cielo indeciso (muy parecido a mi estado actual). Estaba sola caminando de regreso a mi hogar, con una pequeña bolsa plástica llena de accesorios para el colegio, si les soy más específica, "m-a-t-e-m-á-t-i-c-a-s. Una de las materias menos entendibles para mí en este mundo. Chal me hubiera acompañado, pero su agenda ya estaba excedida para complicarle más las cosas, así que la convencí para que se marchara a su casa. Convencer a medias, porque tuve que casi empujarla para que suba los escalones del ómnibus.
 Se despidió de mí, y sé que en su interior agradecía aquel gesto, aquello que sus palabras no se animaban a plantear.
Volviendo al tema de "las palabras de mi amigo". Era inevitable no encogerme y hacerme chiquitita, en cada oportunidad que el sonido de su voz regresaba a mi mente, recorría mi alma y ejercía presencia en mi rostro; y creo que esa fue una de las razones por la que la persona menos deseada (por mi) me hablara.
 —Al parecer, hoy el día de la princesa, no va muy bien ¿verdad? — dijo una voz a mis espaldas, y no tuve la necesidad de girarme para saber quién era, porque aquel peculiar tono de voz ya había sentado base hasta en mis peores pesadillas.
—Eso no te incumbe— respondí cortante.
Su risa lleno el silencio sepulcral que nos rodeaba, o tal vez aquello sentía yo cada vez que a mi alrededor su figura danzaba... en cada oportunidad que su perfume se infiltraba en mi.
—Hoy no estás de humor. —No era una pregunta, era una afirmación.
No respondí, porque si lo hacía solo terminaría diciendo algo que lo beneficiara y lo hiciera reír.
Continuamos caminado en silencio durante unos minutos más, y gracias a Dios no se desplazo más cerca de lo que estaba, si sucedía lo contrario no cargaría con las consecuencias de mis actos.
A medida que avanzamos y nos acercábamos al lugar en donde lo había visto por primera vez, comenzaron a aparecer dispersos en todos lados, carteles anunciando alguna reparación.
Solo caí, y supe el porqué de ellos, cuando en el medio del sendero que conducía a mi lugar favorito reconocí uno de esos gigantes carteles mostrando la figura de "mi ángel", perfecto, sin rasgaduras y partes rotas, como lo había visto la última vez.
Desvié mi camino, y me dirigí hacia aquel lugar, al cual habían prohibido el paso. Escuche la voz y los pasos de Ben pero no me detuve ni observe hacia atrás. Solo continué, persiguiendo aquel llamado.
Cuando llegue solo halle abandono...aislamiento. Un desierto lugar repleto de hojas secas, y en aquel momento me pregunte ¿qué estaba haciendo?, pero ni siquiera podía intentar responder aquel cuestionamiento por la simple razón de no tener un solo objetivo en mente. Solo me movilice por el impulso, y de esa forma continué.

Las yemas de mis dedos rozaron la fecha trazada en aquel basamento.
 —Cuatro de octubre de mil novecientos noventa y nueve — leyó Ben a mis espaldas, y por primera vez de lo que llevaba de conocerlo no me inmute al oír su voz, simplemente asentí. Creo que ya me estaba acostumbrando a su inconstante presencia en mi vida.
Sus ojos eléctricos recorrieron mi semblante, y una inquietud familiar recorrió mi cuerpo.
— ¿Esa fecha era importante para ti? —preguntó, intentando adivinar mi calma repentina.
Me encogí de hombros.
—Es una de las celebraciones que más recuerdo.
 — ¿Por qué? — Sonrió — ¿Había mucho algodón de azúcar?
—No, ese día falleció mi padre— conteste fríamente, no porque no me doliera, sino porque era la única forma de mantener el control, y no perderme en el recuerdo de aquellos días. En aquella tristeza que solía guardarla bajo una sonrisa.
Me enderece, el también lo hizo. Hasta ese momento habíamos estado inclinados mirando la fecha de inauguración de un viejo evento, en el cual "mi ángel" había sido presentado por primera vez.
—Al, yo...  —inicio Ben. Pero aquella entonación la conocía de memoria. Estaba embriagada de un sentimiento de culpa, pena, compasión, así que antes de escucharlo decir una palabra más, lo interrumpí.
—No importa — dije, restándole importancia al asunto—,  esto ya paso hace mucho. Ahora, estoy bien — sonreí.
Pero mi farsa no sirvió de nada, y mis palabras perdieron validez ante su mirada. Absteniéndome a las consecuencias de lo que su cercanía podía provocar en mí, me separe de él.
Sonreí, y formule una rápida despedida, a la que el solo pudo contestar con un "adiós, Al", no porque no tuviera nada más que decir - porque "OH Dios" a este chico nunca le faltaban palabras, al contrario a veces resultaba odioso oír el gran manantial de frases y oraciones imperfectas que en sus labios llegaban a sentirse melodiosas -sino por la rapidez que mis pasos ampliaron la distancia entre los dos. Si no estuviera segura que mis pies pisaban el suelo - y mi seguridad consistía porque lo veía - llegaría a pensar que estaba volando.
Pero en todo el trayecto que realice, sin importar el tiempo que me demore, ni la milésima parte de un segundo deje de sentir la intensidad de sus pupilas sobre mí.
 En mi pecho, latía con fuerza una frase, un llamado que debía descifrar, y mientras menos tiempo tardara en decodificarlo, todo mejoraría.
O al menos aquella esperanza tenía yo.
....................
¡Hola! ¿como están? Yo estoy feliz porque al fin pude hacerles llegar la siguiente parte del cuarto capitulo de "Pisadas de un errante caminar". ¡Ojala les guste! Y espero sus criticas, y comentarios :). Se cuidan muchísimo, y adiós.

viernes, 8 de julio de 2011

Pisadas de un errante caminar: capitulo 4/ parte 2


 Pisadas de un errante caminar
Capitulo 4/ parte 2

No volví a percibir en Michael ningún comportamiento extraño. El camino de regreso a casa aconteció de la forma en que normalmente lo hacía. En varias ocasiones él pregunto sobre mi estado, tanto físico como mental, y en ambas circunstancias una gran sonrisa asalto mi rostro, acompañada por una respuesta demasiado alegre, si lo comparamos con mi verdadero estado de ánimo.
 Chanel hablo todo el camino de "nuestro nuevo amigo", a decir verdad de su nuevo amigo, porque yo aun dudaba demasiado.
 Llegue a mi casa derrotada, mi madre me dejo libre a penas vio mi cara, y agradecí su compasión. Ya no daba más.
 Luego de una ducha caliente, y uno que otro pequeño bocado de lo que teóricamente había sido la cena, aunque yo lo viera mas como el nuevo experimento de Ilsa; me fui a dormir.

 "Una vez más en este lugar" pensé, mientras me desplazaba entre los arbustos. Era de noche, y una densa capa de nubes obscuras ocultaba las estrellas, otorgándole al lugar, algo que se podría llamar, intimidante.
Avance hasta llegar, a un camino plenamente conocido por mis pies, bajo los cuales la frialdad y la humedad de aquellas horas me hacían tiritar. Como había llegado a aquel lugar, ni idea, solo estaba ahí, descalza y con mi ropa de dormir.
 Últimamente me andaban ocurriendo tantas cosas insólitas, que el hecho de despertar a media madrugada en un lugar completamente distanciado de mi cama, ya no me sorprendía.
Cuando estaba cerca del lugar donde el incidente había ocurrido, comenzó a llover o más bien lloviznar, y a medida que avanzaba, el llanto del cielo empeoraba, y podríamos tomar aquella acción como una advertencia, un mensaje de aléjate y no vuelvas mas, pero yo no soy una persona que se podría definir como sensata, así que, continué avanzando, sin temor, en busca de saciar el gran misterio oculto a mi alrededor.
 El sonido lejano de espadas en conflicto me condujo, y a medida que el áspero cemento rasgaba mis talones, el sitio familiarizaba aun más lo que mis ojos presenciarían.
 Y esto es lo que vi.
 Un cuerpo destrozado, sangre y una pequeña cuchilla aislada del escenario principal.
Pero, aunque no me crean, la causa de mi sorpresa no fue, ni por la cantidad de sangre derramada, ni por lo caótico que se veía el suceso; fue por el reconocimiento que le otorgue a la figura vencedora, al proclamado conquistador de aquel juego descabellado.
 Y un temor, últimamente, usual, batió vuelo a mi alrededor, cuando la oscuridad de sus pupilas destrozaron las barreras de mi ser, y en él percate la fuente inagotable de su perversidad.
 Di un paso atrás, y todo se desvaneció.
 Desperté atemorizada con la viva imagen de su rostro bañado en sangre. Oculte mi cara tras la almohada intentando hallar así algo de calor y paz.
 Quería gritar, correr y hasta llorar, hacer cualquiera cosa, dejando como última opción estar tirada boca arriba con una almohada aguardando en la realidad como salvavidas, pero seamos francos cualquiera de estas actividades me harían pasar como una demente. Y eso es lo último que quería.
Todo estaba pasando, el espanto se esparcía, la inquietud se alejaba, y el canto de Morfeo regresaba a mí, acunando mi cuerpo en la bonanza del crepúsculo; todo estaba tan bien que parecía irreal, hasta que... sentí la mano de alguien en mi antebrazo. Mi cuerpo se estremeció, y di un gran salto cuando mi nombre resonó en la oscuridad.
No pude evitar gritar.
—  ¡Al! ¡Al! ¡Despierta!... Al soy yo — la oí pronunciar.
 Pero yo no escuchaba tan perdida en mi locura, no diferenciaba el sueño de la realidad, y eso, me llevaba directamente a una sola conclusión: estaba chalada.
 Transcurrió un tiempo, antes de que reconociera aquella voz, y me diera cuenta de que el sueño había acabado.
 Los cabellos dorados de Ilsa resplandecían sutilmente bajo la intransigente luz que se colaba por las rejillas de mi ventana. Sus preocupados ojos aguardaban mi vuelta en sí.
Respire profundamente la reconocí. Ella aguardo unos minutos en silencio mientras su mano derecha acariciaba mis obscuros cabellos.
— ¿Estás bien, Al?
 "Estar bien"… la definición de aquella frase había naufragado hacia un periodo muy largo.
 No conteste, solo la contemple, dejándole a ella la libertad de escoger la respuesta conveniente en aquella ocasión.
 — ¿Has tenido un mal sueño?
 Si, solo un mal sueño, ojala fuera eso y nada más, y aunque quizás al principio lo creí, hoy en día, después de hacer visto todo aquello, cada día que pasaba me convencía aun mas, de la ceguera propiciada por la venda que me rehusaba a quitar de mis ojos.
 Pero yo no podía hablar de ello, así que callé, y asentí.
— ¿Quieres contármelo?
 Negué.
 ¿Cómo si pudiera explicarlo?  Sangre, asesinato, muerte y un lunático bestial. Sin dudas, aquellas palabras no formaban parte de una respuesta racional o, por así decirlo, de una mente sana.
— ¿Estás segura? — insistió.
 Seguridad, si tuviera que hacer una lista de las cosas que últimamente faltaban en mi interior, ella encabezaría la lista y se llevaría el bastón de oro.
— Lo estoy — afirme en un murmullo.
 Aclare mi garganta, intentado despertar a mi voz adormecida.
 Ilsa aparto varios mechones de cabellos que ocultaban mi frente mientras me observaba. Su mirada era pensativa, y la boca la tenía torcida en una mueca rara, como si estuviera intentando creer algo insólito, asombroso o demasiado falso.
 — ¿Pasa algo? —pregunté.
 Ella no me contesto inmediatamente, se tomo un tiempo antes de arriesgarse a tirar su primer remate.
—Nada, solo vine a ver qué pasaba contigo.
 Y yo sabía que debajo de la suavidad de sus palabras, había algo más.
— ¿Conmigo?
 Ella asintió, y la serenidad de sus ojos comenzó a flaquear.
—Has estado gritando— contestó.

—Bueno  —intente apaciguar sus palabras —, eso es porque he tenido una pesadilla.
Ilsa balanceo su rostro instantáneamente.
 —No me refiero solamente a hoy…—se detuvo, y vi tristeza en sus ojos— últimamente has estado muy inquieta, y vives quejándote en sueños. Siempre pareces agotada - una de sus manos toco mi frente, y aparto una gota de sudor - murmuras cosas sin sentido y…
— Eso es normal —replique— los sueños nunca son del todo racional, así que decir una que otra tontería debe considerarse normal…
 Y mientras hablaba ella continuo negando.
 —Al — acaricio mi mejilla — Es como si estuvieras huyendo de algo, y no estoy hablando solamente de tus sueños, me refiero a la realidad. No estoy segura de lo que esté ocurriendo contigo. Pero estoy preocupada, y quiero que sepas que estoy aquí para lo que necesites, a cualquier hora —sonrió. — Sabes que para mí eres como una hermana menor.
 Tome su mano.
—No te preocupes Ilsa, todo está bien — y para que mis palabras tuvieran más credibilidad sonreí—, de igual forma muchas gracias por tus palabras, y perdón por preocuparte. Pero en serio todo está bien.
 Mentir, mentir y mentir. Esto de engañar se estaba volviendo una rutina.
 Cuando ella se marcho de la habitación aun tenía sus dudas, y eso lo pude saber por la expresión que su rostro ocultaba bajo una dulce sonrisa.
 Suspire.
 El reloj marcaba las cinco de la mañana. Aun me quedaban dos horas más de descanso, antes de despertar, y correr hacia el aeropuerto para despedir a mi mejor amigo.
Mis ojos se cerraron con la imagen de aquel rostro… de su rostro.


 Cuando mi madre vio las huellas del incidente de la noche anterior que habían quedado sobre la piel de mi cuello, casi le da un infarto. A pesar de que trate de ocultar la evidencia bajo una polera mangas largas; fue inútil. No hay nada que se le escape a mi madre, y cuando digo nada les hablo en serio. Luego de varios "estoy bien" y no, no me ha ocurrido nada, me dejaron en libertad.
Cuando llegue al aeropuerto, diez minutos retrasada, me estaban esperando.
—Al fin llego — oí decir a Chal, cuando estaba a pocos metros de ellos.
—Así es  —afirmo Alfred regalándome una sonrisa de oreja a oreja.
Sus fuertes brazos me dieron la bienvenida, una bienvenida que pronto seria reemplazada por un adiós y un vació. Me deje arrullar por la tibieza que despedía su cuerpo, y por primera desde la noche anterior, las palabras de un " viejo conocido" resonaron en mis pensamientos.
Me separe de él teniendo cuidado de no herir sus sentimientos, y me alegre al comprobar que aquello no había ocurrido.
 Los minutos siguientes pasaron a una velocidad inhumana, parecía que nos habíamos sentado hacia un minuto a conversar, cuando la llamada que anunciaba la partida del vuelo de Michael, resonó en todo el lugar.
Mi mejor amigo se levanto con desgano, Chal y yo lo seguimos.
Aquel día hacia mas frió que el anterior; sin dudas nuestro otoño se había convertido en el invierno del polo sur. Me abrase a mi misma queriendo encontrar calor y levante la vista para encontrar algo que no esperaba.
El rostro de Michael se hallaba crispado. Los labios los tenia torcido en una mueca rara, y sus ojos, parecían observar el abismo de la muerte...un enemigo mortal. Mire a Chal, buscando ayuda o alguna respuesta, pero ella ni siquiera parecía notarlo, porque seguía parloteando sin problemas, ajena o tal vez no, a lo que yo veía.
Avance los pocos metros que me separaban de él, y en el momento justo en que la palma de mi mano rozo su hombro, un llamado me distrajo.
 — ¡Michael! — escuche la exclamación de una fina voz. La madre de mi mejor amigo se hallaba con los brazos cruzadas, y dos suéteres colgado de su antebrazo izquierdo. — Apresúrate, nuestro vuelo está por salir.
Su hijo sonrió en son de disculpa.
—Lo siento, mamá.
Ella resoplo, y cambiando un poco su expresión se dirigió a nosotras.
    Hola chicas ¿cómo están?
—Muy bien —contestamos a dúo.
— ¿Y usted señora? — agregó Chal.
Su respuesta no era un secreto para nadie que la conociera, porque su faz demostraba más de lo que sus palabras deberían decir. Su cansancio, y la gravedad de sus problemas, problemas de los cuales no podía hablar, delineaban su frente en diferentes cicatrices que su rostro reflejaba.
Me pregunto si a mí se me vera igual cuando algo quiero ocultar. Un escalofrió recorrió mi cuerpo, mejor no pensar en aquello.
 Una segunda llamada que anunciaba la partida del vuelo 263, despertó a aquella mujer del trance en donde parecía haber quedado. Rápidamente se desplazo
—Bueno, es mejor que nos vayamos.
Se acerco a nosotras y nos abrazo.
—Cuídense mucho chicas, y saludos para todos en sus casas. Díganle que lamento no haber podido quedarme más tiempo — sus palabras sonaban verdaderas y no de cortesía. —, pero como todos saben, el deber llama. —Una media sonrisa, mitad feliz mitad triste se profundizo en su cara. — Adiós —dijo por último, para dejar paso a su hijo.
 Michael se dirigió primero a Chal. El cuerpecito de mi amiga quedo oculto bajo sus brazos
—Vamos a extrañarte mucho—escuche decir a Chal, el asintió ante aquellas palabras y luego vino hacia mí.
Todo comenzó bien, no era más que una despedida de las tantas que habíamos tenido que pasar juntos, hasta que el casi imperceptible susurro que sus labios dejaron escapar, llego a mis oídos.
"Ten cuidado" habían sido sus palabras, y aunque ellas no eran un llamado de muerte, en mis adentros fueron más que eso.
Al separarse de mi, tuve que rebuscar en sus ojos el porqué de aquella frase, pero fue inútil, porque su mirada no era más que la transparencia de un cielo nublado, un estanque de hielo en época invernal... la luz, corrijo nada, podía traspasarlos y llegar a la verdad, al significado de las mismas.
Ahora ¿desde cuándo mi vida se había vuelto un cuento de suspenso y terror?
Sin respuestas.
— Nos vemos dentro de dos semanas —anuncio, antes de cruzar aquella puerta que nos mantendría alejados hasta mi decimoséptimo cumpleaños.
Las palabras de mi mejor amigo, dejaron dudas en mí. Inquietudes que no tendrían una sencilla solución.
Suspire.
.......................
¡Hola! ¿como están? Espero les haya gustado el capitulo :). 
Se cuidan muchisimo, y adiós.

jueves, 7 de julio de 2011

2º concurso de "Criaturas Nocturnas"

¡Hola! ¿como están? Espero muy pero muy bien. Bueno, en primer lugar aún no he podido actualizar "Pisadas de un errante caminar" o mi otra historia, porque mi computadora ha muerto nuevamente xD (aunque lo bueno, es que para mi cumple -9 de julio- me van ha regalar una nueva xD ¡que emoción! aunque supuestamente yo no debería saberlo, sin embargo los chismes corren rápido)
La razón por la que estoy aquí,restándole minutos de su valioso tiempo, es porque les traiga una linda invitación para participar en el 2º concurso que el blog "Criaturas Nocturnas" esta realizando, el mismo es INTERNACIONAL. Así que espero que todos se animen a participar, los requisitos son mínimos, y hay muchisimo por ganar :).
Estos son los libros por los que se puede optar,  habrá un solo ganador y este se llevará el libro que haya elegido
Para más información hacer clic en la imagen del consurso:

¡Suerte!
Bueno, se cuidan, gracias por todo, y adiós.

miércoles, 6 de julio de 2011

Noticias :)

¡Hola! ¿como están? Yo estoy feliz porque al fin quede libre de exámenes, y desde hoy comienzan mis vacaciones que duraran aproximadamente dos semanas :). Bueno, hoy les traigo varias noticias:
He decidido dar una semana mas de plazo para el concurso, así que los que aun no se han apuntado al mismo aun pueden hacerlo, y alegrarme con sus historias.
Recuerdan "Fairy Folk", pronto tendrán noticias de esa historia.Al que escriba la respuesta mas acertada (la pregunta que hice en la entrada especial "Una nueva aventura... te animas a vivirla"), le enviare por correo electrónico, la historia completa en formato PDF, o Word (como prefiera), así sera el primero en leerla :), y no tendrá que esperar.
Estoy pensando en cambiar la apariencia del blog, así que cualquier sugerencia sera bienvenida con una sonrisa.
Hoy me dedicare a crear la nueva sección "Descargas"
Y, he ganado este lindo banner en un concurso que participe hace poco:

Create your own banner at mybannermaker.com!

¡ Muchísimas gracias, Lectora!

Y por ultimo, les he traído un pequeño detalle:


Este es el código que deben copiar para añadirlo a sus blog:

<a href="http://1.bp.blogspot.com/-RurmPi1JLH8/ThRz1WC0Q7I/AAAAAAAAA9w/vLHfB7xuf4w/s1600/premioblog.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="218" src="http://1.bp.blogspot.com/-RurmPi1JLH8/ThRz1WC0Q7I/AAAAAAAAA9w/vLHfB7xuf4w/s400/premioblog.gif" width="400" /></a></div>

(Aclaración: este pequeño premio lo hice el domingo pasado en el momento de tiempo libre que tuve, en ese momento aun eramos 31, pero ahora ya somos "36" - ¡que emoción! -. Todos pueden llevarse el premio, y les prometo pronto haré uno más, pero esta vez con la cifra correcta de seguidores). ¡Gracias a todos!
Bueno, se cuidan muchísimo, y adiós.

1º Concurso del blog "Sólo son mentiras Inocentes"

¡Hola! ¿como están? Y sí!, he vuelto, por fin libre de exámenes, ahora volveré a publicar como antes. y estaré pendiente como siempre de sus actualizaciones :).
Bueno, y en esta ocasión los invito a participar de este hermoso concurso que esta organizando el blog "Sólo son mentiras Inocentes" perteneciente a una gran personita, Cande.
Espero se animen a participar, el concurso es Internacional, y Nacional (Argentina). Y ahora les dejo el banner para que puedan visitar, y leer las bases, condiciones, y premios.


¡Suerte a todos! 
Se cuidan muchísimo, y adiós.

P/D: Prontinto actualizare "Pisadas de un errante caminar" Gracias por ser pacientes, y tan buenos conmigo :D.
Adiós.

domingo, 3 de julio de 2011

¡Una pasadita más!


"A veces quisiera escribir, y dedicarte esas palabras a ti.
A veces quisiera gritar lo que tú generas en mí.
Pero no puedo, doy un paso atrás, y guardo silencio.
¡Soy tan cobarde!
Y en este estado comprendo que tu y yo
somos demasiado diferentes."

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¡Hola! ¿como están? Si, lo sé, me he desaparecido, pero tengo una buena excusa, en primer lugar mi computadora tuvo su semana de desperfectos, y en segundo lugar estoy en semana de exámenes :(.
Bueno, a parte de ello tengo varias comunicaciones importantes:
1º Obtuve el segundo lugar en un concurso de relatos, y poesías que participe :).
2º El viernes les traeré una sorpresita por mi ausencia, e intentare actualizar lo antes posible "Pisadas de un errante caminar", y "Siguiendo tus huellas"
3º Esta semana termina el plazo para enviarme sus relatos para el concurso, inaugurare la nueva sección "Descargas", y el sábado es mi cumpleaños xD.
Gracias a todos por su paciencia, se les quiere muchísimo.
Adiós, y feliz día para todos.

lunes, 27 de junio de 2011

Una nueva aventura... te animas a vivirla



"Su silueta no era más que la de un joven pueblerino,
pero su esencia estaba lejos de ser terrenal".

Muy pronto...
¿Te animas a descifrar el secreto?
Si tu respuesta es un sí, dejame un comentario sobre lo que pienses que acontecera en este nuevo mundo que he creado.
Muchisimas gracias, se cuidan un montón, y adiós.
P/D: No actualizare el blog hasta el viernes, porque estoy sin tiempo, el miercoles actuo en una obra de teatro, y la semana que viene tengo mis finales, así que estaré muy pero muy ocupada. Si necesitan algo, o tienen dudas, solo envienme un e-mail a  "nuestroobscurosecreto@live.com.ar" ¡Gracias! Se cuidan, y adiós.

Proyecto del mes de Junio de "Adictos a la escritura"

¡Hola! ¿como están? Bueno, esta es la primera vez que participo en un proyecto de "Adictos a la escritura", y solo espero les guste. Este mes el reto consistia en escribir algo, utilizando una canción como base. Y aquí esta lo que hice yo:
Nombre del relato: Si tan solo fuera cierto.
Tema: Mi sueño - Luis Fonsi. (Lo encontraran al final)



No recuerdo desde cuando, ni he llevado la cuenta de pasos que he dado hasta ahora... solo transito sin rumbo fijo, quizás siguiendo una llamada, tal vez porque al fin he logrado discernir entre el millar de voces la tuya.
El calor es agobiante, a pesar de estar en junio a semanas de la llegada del invierno, alguien está a mi lado, y él mismo parece alegre, no ha parado de hablar ni un segundo desde que “aparecí”, por así decirlo, aquí. Me conoce, a pesar de la ignorancia que yo difiero hacia él. Y en referencia a esto poseo una excusa, no logro verlo, literalmente, ni siquiera un rasgo de su faz he logrado distinguir, y lo más frustrante es que su voz me resulta desconocida.
Suspiro, y elevo la vista al cielo, hacia aquel sitio donde los temores e incertidumbres se disuelven... en el cual espero hallarte alguna vez. Y formulo aquella pregunta,  la misma que por el simple hecho de pensarla me consume por dentro.
“¿Dónde estás?” musito.
El céfiro envuelve mi cuerpo, es un augurio, algo roza mis hombros, y es completamente innecesario, pero quiero estar segura, así que volteo el rostro y lo contemplo alejarse. Es un joven alto y fornido, de piel traslucida y cabellos obscuros. Sus pasos seguros y  ligeros aspiran a formar un destino glorioso, sin embargo, él está perdido en su mundo, abrumado en los giros de una sociedad déspota.
Sonrió.
-No ha cambiado. -Pienso, balanceo el rostro y levanto la mirada.
No debo detenerlo, no quiero interferir, prefiero ser su sombra, espíritu del cual solo se percate cuando sea necesario. Pero hay algo en mí, algo que anhela lo contrario, y es el llamado “egoísmo”.
Darío murmuro. –Sí he reparado en él, es inevitable, pero es un simple soplo, es imposible que dicho muchacho lo haya oído ¿verdad? –Sin embargo, me equivoco.
Él detiene sus pisadas y gira. Sus labios articulan una palabra, mis oídos no la escuchan pero mi alma sí. Es un nombre... mi nombre.
Me deshago de todos los prejuicios y soy gestora de un acto ridículo -si tienen en cuenta que estoy en la vía pública, rodeada de personas de carne y hueso y no imaginarias-, lo llamo nuevamente y corro hacia él.
Darío da unos cuantos pasos hacia adelante y sus brazos me reciben en aquel estado de euforia. Inmediatamente mi cuerpo se impregna de aquella fragancia entrañable y familiar, su calidez me resguarda, y aspiro lo que he estado buscando desde hace mucho tiempo: paz.  Y todo sería perfecto si no supiera que esto es solo una cruel ilusión. 

sábado, 25 de junio de 2011

No lo comprendí


¿Cuánto tiempo he esperado?
Llegue a pensar que no existías,
Y sin embargo hoy al verte
Siento que no te merezco.

Aquello era tan perfecto,
que me olvide de amar.
Solo vivía soñando, sin actuar.
Estabas ahí, y te deje escapar.

¿Fue quizás el miedo? ¿Quizás fue mi estúpida timidez?
Tal vez, fue el hecho de no aceptar mis sentimientos,
el deseo de  guardar aquello como algo único, irrepetible,
a  tal punto de no dejar ver su luz, ni siquiera a ti.

Eras lo que estaba buscando, y te aleje.
Y el sufrimiento es mayor
porque sé que esto fue real, y lo deje marchitar.
Porque tú no eras una fantasía, y no lo supe ver.
.....................
¡Hola! ¿Qué tal están? Espero muy bien, y que les parecio lo que escribí... mm., bueno esto solo fue un pensamiento, un sentimiento confuso que siempre me invade. Ojala les haya gustado :D.
Se cuidan muchisimo, y adiós.
P/D: Recuerden que el plazo para entregar los relatos para el concurso es hasta el 8 de julio, aunque si presentan problemas, y no lo pueden terminar, solo envienme un e-mail a nuestroobscurosecreto@live.com.ar, no dudare en posponerlo una semana más :D. Espero su participación :).

viernes, 24 de junio de 2011

Pisadas de un errante caminar: Capitulo 4

Pisadas de un errante caminar
Capitulo 4/ parte1

Sueños


D
ebo aceptar que la mirada de Michael, me hacía temblar de pies a cabeza. Ojala tuviera la vivacidad de mi acompañante para pasar desapercibida ante este hecho. Pero no la tenía, y mi actuación era pésima frente a las personas conocidas. Así que no podía hacer nada, excepto observar.
  
Ben pasó la mayor parte del tiempo charlando con Chal, he intentando llamar mi atención. Pero debo admitir que lo último no funciono completamente, porque de vez en cuando me veía en la desagradable tarea de contemplar aquellos ojos grises, inescrutables, bien ocultos bajo el semblante helado de la furia.

Cuando los enfermeros trasladaron a aquella mujer del local a la camilla de emergencias. La "bruja" estaba temblando, y seguía murmurando, - esto lo pude saber por el continuo movimiento de sus labios- pero al menos esta vez no gritaba los endemoniados aullidos que me vi obligada a oír.

Diana salió detrás, de la que ahora sabia, era su madre. No se acerco, intercambio algunas frases con Michael. Quien se encontraba lo suficientemente alejado, como para asegurar que estaba en plena guerra con nosotros. Algo que realmente no venia al caso, porque ignoraba la causa de aquel aislamiento.

— Oye Chal— dije, interrumpiendo la animada charla que mantenía con mi "nuevo amigo".

— ¿Qué sucede Al? — la culpa había desaparecido de su voz, y eso generaba en mi un gran alivio.

Significaba que podríamos seguir hablando, sin resentimientos, e incómodos silencios de por medio.

— Michael está enojado con…—  me detuve. El incluir a ambos no valía la pena, ni figuraba en mi lista, así que finalice, cambiando un poco las palabras que emplearía en un principio - conmigo.
 Chanel me observo sorprendida, y estoy segura que estaba considerando en dejar pasar mi comentario por falta de juicio. Pero a pesar de ello se atrevió a seguir dándole hilo a lo que ella consideraba "el delirio a media noche de una adolescente casi muerta".
Si, no era nada gracioso emplear las palabras "casi muerta" en una frase, y aun menos oírla de tu más fiel amiga.
 Pero bueno, aunque me rehúse a aceptarlo, era la verdad
— ¿Qué te hace pensar eso? — inquirió, desviando su mirada de mi rostro al de Michael.
Revolee los ojos.
-En serio lo preguntaba-.
— Su forma de actuar, su aislamiento y… —  lo observe—  su mirada.
Chal se mantuvo en silencio por unos minutos, en los cuales pensé que ella había captado mi punto de vista. Pero me equivocaba.
Su rostro se convirtió en la nada, luego solo suspiro y elevo sus ojos al cielo.
Era acaso eso una burla.
— Al, solo estas imaginando cosas, el solo actúa así porque está preocupado.— Me aseguro — Dime si no actuarías de la misma forma si a él o a mí, Dios nunca lo quiera, nos hubiera pasado algo similar a lo que te ocurrió a ti esta noche.
 Lo considere, ella tenía razón, entonces…
¿Por qué no podía creerle? ¿Por qué me era tan difícil aceptar aquellas palabras?
Me rendí, y decidí seguirle la corriente, después de todo no quería generar también una disputa con mi mejor amiga.
Me encogí de hombros.
— Bueno, creo que sí — acepte, convencida de la mentira que intentaba dejar fluir.
— El solo está preocupado—  dijo una voz a mis espaldas, erizando cada vello de mi nuca.
Di un respingo.
Benjamín se encontraba detrás de mí, cómo y cuando había llegado ahí, ni idea, solo estaba ahí, respirando de la misma forma que lo haría un fantasma. Su vista estaba perdida, más allá de lo que sus ojos parecían ver, en alguna desconocida galaxia de su misterio.
— Lo siento  — se disculpo en cuanto se dio cuenta del susto de muerte que acababa de darme.
Bueno, estoy exagerando, no fue tanto.
— Ves hasta Ben lo dice.
— Pero no por las razones que has mencionado — corroboro Ben instantáneamente, intercambiando una rápida mirada con Chal.
Mi mejor amiga elevo una ceja, y en su semblante pude divisar la duda y el interés, generado por las palabras de nuestro visitante, aunque el ignoro - algo a lo que estaba plenamente acostumbrada - la reacción de Chal.
Gire hacia atrás, con el rostro bajo la cortina de los nervios, asomando por cada poro de mi piel, y la tristeza embaucada en mis ojos.
— Él está furioso — afirme, empleando la voz chillona de una niña en preescolar. Habito que fui olvidando a trabes de los años, pero que hoy nuevamente ejercía presencia en el momento menos pensado.
En serio, lo único que hacía falta ahora para finalizar uno de los tantos actos vergonzosos de mi rutinaria vida, era patear el suelo, y quedaría como una niña a la cual acababan de arrebatarle su peluche de buenas noches.
A pesar de lo ridículo del momento, no escuche la risa de Ben, ni siquiera una baja y oculta entre dientes, y eso me sorprendió, y porque no decir también me inquieto.
Cuando levante los ojos, el me estaba observando, no de la forma juguetona o burlona como veces anteriores, a decir verdad la mirada reflejada en mis pupilas era más bien… ¿seria?
Aquello era un cambio, la última vez que lo había visto así, tres días antes, había estado a un paso de abandonar mi existencia terrenal.
Él noto mi preocupación, e inmediatamente elevo las comisuras de sus labios en una clara, pero pequeña sonrisa. Como si su verdadera intención fuera brindar tranquilidad a mi corazón.
Y no lo negare, aquello me hizo feliz.
— Así es - convino— pero no contigo.
Fruncí el entrecejo.
Si no estaba furioso conmigo, entonces… ¿Con quién?
Estuve a punto de abrir la boca para plantear mi incógnita, cuando su siguiente comentario me interrumpió.
— Y también, debo agregar, un poco celoso…—  Ben parecía divertido—  bueno bastante si les soy sincero.
Chanel y yo lo observamos con la incredulidad fundida en los ojos.
— ¿Celoso? — dijimos a dúo, utilizando un tono un poco más elevado de lo normal.
—  Eso no puede ser — declare.
— Es algo imposible  — concluyo Chal.
Nuestro, técnicamente, "nuevo amigo" nos contemplo, viro los ojos, y luego comenzó a reír.
Tiro la cabeza hacia atrás, y volvió a vernos, esta vez con una expresión, como decirlo, normal. Aunque nada en lo que se relacione con mí pensar consideraba corriente en él.
— No es imposible Chal, en realidad yo también sentiría celos, si mis dos bellas amigas estuvieran estableciendo conversación con un completo extraño, y aun mas…— revolvió sus cabellos —  si fuera alguien como yo.
"OH si, ahora finge ingenuidad".
Chal soltó una risita, mientras sus mejillas se tornaban de un color más profundo que el de sus cabellos.
Revolee mis ojos del cielo al suelo, y luego los devolví a su antigua posición.
Enarque una ceja.
— Los celos solo reflejan el temor y la falta de confianza interior. Ningún sentimiento destinado a perdurar se basa sobre él.
Benjamín me observo, y para fomentar mi "buen humor", su sonrisa no desapareció.
 —Tus palabras tienen mucha verdad, Al. —Él avanzo varios pasos hacia mí, hasta dejar nuestros cuerpos a una distancia nada placentera para mi sereno respirar.
 —Pero te olvidas de un insignificante detalle "somos humanos", pequeños y débiles, seres demasiado egoístas, siempre dispuestos a salir huyendo ante el menor subimiento de marea.
Y mientras sus palabras quedaban grabadas en algún alejado rincón de mi memoria, pude comprobar que al menos doce centímetros de altura me rebasaba, guardando un acogedor espacio entre sus agraciados hombros.
No me pregunten el porqué pensaba todo esto, porque ni siquiera yo sabía la razón.
—Sigo considerándolos inútiles —admití, encogiéndome de hombros, negándome a ceder a sus palabras.
—Nadie atestigua lo contrario —replico Ben, mientras su mano derecha se perdía en los obscuros mechones de mi cabello ondulado—, simplemente es una parte de nosotros.
Luego sentí el deslizar de su mano desde mis cabellos a mi antebrazo, y mientras hablaba contemple a sus dedos marcar los mismos círculos trazados, cuando me encontraba en aquella, quisiera olvidada, habitación.
 —Fundidos en la carne de un ser d-e-m-a-s-i-a-d-o imperfecto.
Finalizo la frase elevando mi mano encarcelada entre las suyas, para luego dejarme el insistente cosquilleo del toque de sus labios sobre mi piel
—Eres hermosa—dijo, y no pude evitar sonreír.
—Y tú eres un payaso.
Si lo sé, no era la mejor réplica, ni la respuesta más apropiada a un cumplido, pero bueno, lamentablemente su anormalidad se colaba entre mis neuronas y era inevitable no hacer uso de ella cuando se me diera la oportunidad.
Dejo caer nuestras manos sin desunirlas.
—Entonces seré un payaso, mientras eso provoque en ti el nacimiento de una sonrisa.
Le mire inquisidoramenté.
 — ¿A caso te has convertido en un Romeo ambientalizado al siglo XXI? — pregunte.
Una fugaz sonrisa surco su faz.
 —No porque Romeo es un personaje extraído de un cuento de hadas. - señalo Ben.
— ¡Eso no es verdad! —Protesté— ¡Romeo fue real!
 Él desvió la mirada por unos segundos.
 —Está bien tienes razón, —aceptó —pero tú lo has dicho fue real, ahora solo es el alma en paz de un viejo veterano... —dijo, y por seguido sus ojos brillaron de una forma especial— y yo soy real.
Baje mi rostro, y lo balancee, mientras oía su risa colarse en los sentidos dormidos de mi ser.
Puedo jurar que olvide todo y a todos en aquellos momentos. El lugar, y las personas desaparecieron, no percibí sonido alguno, era como si estuviera atrapada en una esfera de cristal, obteniendo como resultado a mi yo confrontando a su otro yo.
Mis pies pisaron tierra solamente cuando oí el bajo, pero claro sonido de alguien aclarándose la garganta. Y ese alguien era Chal quien me alertaba de la llegada de Michael.
Instantáneamente me separe de Ben.
 No es que realmente considerara "ciertas", las palabras de este sujeto, pero si había una posibilidad, por más pequeña que fuera, no iba a arriesgarme.
 Los pasos de Alfred resonaron sobre el cemento; y mi corazón dio un gran respiro al comprobar que la distancia y frialdad de su mirada habían desaparecido. Ahora en las profundidades de sus pupilas grises solo habitaba la calma.
 —Ella está bien —nos informo—, los enfermeros dicen que solo fue un ataque de nervios. Al parecer no ha estado tomando correctamente sus dosis, y esto, se puede decir, que influyo bastante en el comportamiento de esta noche.
 Asentí, y creí que todo estaría bien desde ahora, pero...
 —No lo modifica —dijo una voz a mi costado. Y maldije por lo bajo al dueño de la misma por haber dado fin a la paz que creí haber alcanzado.
 Respire hondo y lo observe.
 No sé, si se habrá dado cuenta de la furia latente en mis ojos, y si lo hizo, no me prestó atención.
Su estado era calmo, y solo había ingenuidad e interés en su mirada.
 Michael frunció el entrecejo.
—  ¿Qué? - pregunto.
 Y él, el extraño, como si tratara de algo demasiado obvio revoleo los ojos.
— Digo que "no lo modifica", la situación sigue siendo la misma. No cambia en absoluto, ella debería estar en un lugar especial, y no continuar aquí, de la forma en la que lo hacemos nosotros.
 Lo observe, y a pesar de las locuras que merodeaban su cabeza, esta vez tenía razón.
 —Ben tiene razón—dijo Chal.
Desvié la mirada hacia ella y en sus ojos preocupados distinguí la sombra opaca de la culpa. Culpa que deseaba que ella olvidara...que todos olvidaran.
 — ¿Qué tal si la situación hubiera empeorado? y...
 —Pero no lo hizo —la interrumpí.
 Decir que estaba extremadamente cansada de este tonto juego, no era mentir; era acertar a los sentimientos existentes en mi interior y transformarlos en palabras.
 Benjamín me contemplo, y aunque esta vez no hablo, esto no impidió que sus ojos me dijeran más de lo que sus palabras pudieron haberme dicho.
 Sonrió.
— Creo que es hora de irme— anuncio.
 Gire completamente para verlo, y a mis espaldas escuche el lamento de Chanel.
Y aunque estuve tentada a preguntarle la duda interna que me acorralaba, no lo hice, porque, a decir verdad, conocía la respuesta al igual que él.
 Sus labios se torcieron en una pasajera sonrisa por última vez, antes de voltear, y perderse en el silencio de la ciudad.
 Tal vez, debería haberme desanimado e incluso disgustado, sin embargo no experimente absolutamente nada, porque quizás en el interior, en lo recóndito de mi espíritu, el enigma ya había hallado solución, pese a que yo aun no lo supiera.

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¡Hola! ¿como están? Lo siento, les he traido un poquito tarde el capitulo, `pero bueno al fin esta aquí, y espero les guste. Se cuidan muchisimo, y adiós.
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